Hay varias formas en que los ladrones pueden acceder a un vehículo y abrir sus puertas:
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Forzar cerraduras: los ladrones pueden utilizar herramientas especializadas, como palancas delgadas y ganzúas, para manipular el mecanismo de cerradura y desbloquear la puerta.
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Atascamiento de la puerta: los ladrones pueden usar una herramienta, como una percha o una varilla, para abrir la puerta o empujar el mecanismo de la cerradura fuera de su lugar.
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Forzar la cerradura con una llave: en algunos casos, los ladrones pueden usar una llave copiada o una llave en blanco para abrir la puerta. Es más probable que esto tenga éxito con cerraduras más antiguas o menos seguras.
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Romper la ventana: si el ladrón no puede desbloquear la puerta, puede intentar romper una ventana para obtener acceso al vehículo.
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Uso de un bloqueador remoto: algunos ladrones usan un dispositivo que puede bloquear la señal del llavero remoto del propietario, impidiendo que el propietario cierre las puertas o active la alarma. El ladrón puede entonces acceder al vehículo sin ser detectado.
Es importante tomar medidas para proteger su vehículo contra robos, como usar un bloqueo en el volante, instalar un sistema de seguridad y cerrar siempre las puertas y ventanas.